¿Sabías que el aceite usado de cocina es un contaminante ambiental?
Como fuente de contaminación, un litro de aceite usado contiene aproximadamente 5.000 veces más carga contaminante que el agua residual que circula por las alcantarillas y redes de saneamiento y puede llegar a contaminar 40.000 litros de agua, que es equivalente al consumo de agua anual de una persona en su domicilio.
Si tiramos de forma inadecuada, los aceites usados de cocina por el fregadero o por el inodoro, generamos contaminación en las aguas de ríos, lagos, etc., causamos problemas en las redes de saneamiento y generamos sobrecostes en las Estaciones Depuradoras de Aguas Residuales (en adelante EDAR).
¿Qué problemas ambientales generamos cuándo echamos las grasas y aceites por el fregadero o por el inodoro?
Una de las peores cosas que generamos son los “tapones” en nuestra tuberías, las grasas y los aceites al juntarse con los restos de detergentes generan una masa que se fija a las tuberías, no dejan fluir las aguas y al final se ciegan; al final tenemos un grave problema en casa y un gasto en reparación.
Otro de los problemas añadidos en el saneamiento de las calles, en las que se acumulan las grasas, es que atraen a ratas e insectos como las cucarachas, causando plagas indeseadas en la calle y en nuestras viviendas.
También se generan daños a mayor escala, en las infraestructuras de depuración de aguas residuales (EDAR), ya que al llegar agua cargada de grasas y aceites a la estación depuradora tienen que realizarse complejos y caros sistemas de depuración para la eliminación de la fracción grasa de las aguas. El gasto por depuración de las aguas en la materia de grasas y aceites supone un coste de 2,5 € por cada litro de agua depurado. Al final ese coste será repercutido en la factura de saneamiento.
Así mismo, al tener que separar del agua este contaminante en la EDAR, supone un esfuerzo físico y energético del sistema de depuración, y ello conlleva emisiones a la atmósfera de CO2.
Y ¿qué pasaría si no se depurase el agua con vertidos de aceite y grasas?
Entonces se causa un daño enorme al medio ambiente y a los ecosistemas acuáticos: un litro de aceite usado puede contaminar miles de litros de agua. El daño puede ser irreversible, ya que la capa grasa flota sobre la lámina de agua e impide el intercambio de oxigeno, se eutrofizan las aguas, se hace imposible la vida del río, y acaban muriendo peces, y demás especies dependientes del ecosistema fluvial.
Y ¿qué pasaría si quemamos el aceite y grasas para deshacernos de este residuo?
Lo primero, es que está prohibido, ya que si el aceite usado se quema origina importantes problemas de contaminación y emite gases muy tóxicos, debido a la presencia en este aceite de compuestos de plomo, cloro, fósforo, azufre, etc.
Por lo tanto…
¿Sabías que está en tus manos evitar esa contaminación y los sobre costes económicos?
Lo tenemos tan fácil como guardarlo en casa en un recipiente desechable, y cuando esté lleno, entregarlo o depositarlo gratuitamente en los contenedores de calle destinados a su recogida.
La hostelería debe hacer también una correcta gestión de los aceites usados de cocina y, como marca la Ley, ha de realizar su entrega a empresas gestoras autorizadas.
El residuo se convierte en materia prima:
Con los aceites de cocina recogidos, y tras los oportunos tratamientos, se obtiene una materia prima para la producción principalmente de combustible ecológico de biodiesel, jabones, detergentes, abonos, pinturas, barnices, etc., con ello se va generando actividad económica sostenible y reduciendo la dependencia de combustibles fósiles.
¡Sorpréndete con los beneficios de reciclar aceite!