Inicialmente, las ayudas para proyectos de desarrollo internacional estaban dotadas con 750.000 euros, pero a finales de año esa partida se suplementó con los remanentes de otros planes de subvenciones del servicio de Bienestar Social», destaca la diputada delegada de Proyectos de Solidaridad de la DPZ, Marta Abengochea

«La soberanía alimentaria como motor de desarrollo supone la puesta en práctica de estrategias de desarrollo rural sostenible que generen empleo y a la vez garanticen la alimentación de la población a medio y largo plazo», subraya Abengochea.
De las solicitudes presentadas por las oenegés, catorce fueron desestimadas por no cumplir las bases de la convocatoria y nueve más no han recibido ninguna ayuda por no alcanzar la puntuación mínima solicitada o porque había más peticiones que fondos.